Es un cuento sencillo sobre contrarios pero lo que tiene de original es que para cada contrario hay una hoja transparente con imágenes que se sobreponen a la ilustración. Pones la hoja sobre una página y luego sobre la otra y ves como lo pequeño se convierte en grande:
o un paraguas en una sombrilla:
Hay algún contrario un poco más difícil como el de lleno y vacío, pero me parece un cuento muy chulo para peques.
Por cierto que este libro también me sirvió de inspiración para buscar una forma de entretener a mi hija el otro día cuando la llevé al dentista. No le gusta nada, así que iba enfadada y un poco asustada por lo que le fueran a hacer. Así qué de camino, en el metro, se me ocurrió jugar a decir contrarios: blanco/negro, alto/bajo, etc. Así conseguí que se olvidara un poco de que íbamos al dentista. Se nos ocurrieron un montón, al final los decía en inglés también.

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