miércoles, 28 de octubre de 2015

Visita a La Rioja (II)

Continuando la entrada anterior, os contaré lo que hicimos el segundo día de visita a La Rioja. Ese día visitamos el Museo de Vino de Briones, la Abadía Cistericense de Cañas y Logroño.


La visita al museo nos llevó toda la mañana y ya por la tarde fuimos a Cañas y por último a Logroño donde después de dar una vuelta por la ciudad disfrutamos de unos buenos pinchos.

Museo Vivanco de la Cultura del Vino

El museo está en Briones. Visita libre al museo: 12€. También se puede visitar la bodega, pero esto no lo hicimos. Ya solo ver el museo lleva varias horas.

El museo ocupa una superficie de 4.000 m2 que incluyen 5 salas de exposición permanente, una sala de exposiciones temporales y, en el exterior, el Jardín de Baco, una colección de vides que cuenta con más de 220 variedades de todo el mundo.

Está muy bien montado, con vídeos explicativos en muchos lugares de la visita. Es muy interesante y entretenido.

Está pensado también para niños, en el suelo van poniendo notas para ellos para que averigüen alguna cosa de la sala que estén viendo y también hay juegos como uno en el que pisan uvas en el suelo y ven cómo sale el mosto, juegos con preguntas en una pantalla, muestras interactiva de diversos olores, etc.


También es interesante para ellos la exposisición de sacacorchos del final.


Además también tienen una zona fuera con un tobogán y una tinajas para meterse en ellas como en un túnel.


Abadía Cisterciense de Santa María del Salvador de Cañas

Visita guiada: 4€. Lunes cerrado.

También conocido como el Monasterio de la Luz. Una comunidad de monjas de clausura lo habita desde su fundación en 1170, estas monjas son las portadoras y transmisoras de un modo de vida espiritual basado en el ora et labora de la orden cisterciense.

En esta abadía profesó la hija de los fundadores Urraca López de Haro y Ruiz de Castro que llegaría a ser la cuarta abadesa del monasterio (1225-1262). Con esta abadesa se comenzó a contruir la iglesia, la sala capitular y principales dependencias (cocina, cilla, comedor etc). También un hospital en la villa, es por ello que se la conoce como la segunda fundadora del monasterio. Murió a los 92 años, despues de pasar practicamente toda su vida en el monasterio ya que ingresó en él de muy niña junto con su madre, al fallecer su padre. Su cuerpo incorrupto se encuentra en un bello sepulcro en la sala capitular.


Merece la pena ver este sepulcro y descubrir detalles como este en uno de sus laterales:


Es una de las muestras de arquitectura gótica más puras que se pueden encontrar en toda España. Esta pureza se encuentra sobre todo en el ábside del templo, construido en el S XIII mientras que otras partes del edificio tuvieron que esperar unos cientos de años a ser terminadas. Este ábside tiene una característica muy peculiar en él no hay vidrieras con motivos de colores, sino unas láminas de alabastro blanco que dan al lugar una luz especial.


Aquí también podemos encontrar el Museo de Reliquias.


Logroño

Concatedral de Santa María de la Redonda
Está situada en una de las arterias principales de la ciudad, la calle Portales.


Está dividida en tres naves separadas por grandes columnas cilíndricas y girola. Los elementos más representativos son un cuadro de la crucifixión de Cristo, atribuido a Miguel Ángel; el sepulcro del General Espartero y su mujer, Doña Jacinta Martínez de Sicilia; las rejas que cierran las capillas laterales, por su excepcional trabajo de forja y talla; y el Santo Sepulcro, ubicado en la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, elaborado en carey, filigrana de plata y madera.

Iglesia de San Bartolomé
La iglesia de San Bartolomé es la más antigua de Logroño. Construida en sillería, posee el alzado del siglo XII, conserva el ábside central semicircular y la decoración de los capiteles propia de las iglesias del camino. Destaca la portada gótica ojival cuidadosamente labrada. Su torre formaba parte del sistema defensivo de la ciudad, era parte de la muralla y fue elevándose a medida que el casco urbano se ampliaba. Así, los dos primeros cuerpos de la torre son de sillería, como la iglesia y la muralla, y los dos siguientes de piedra, decorados con pequeños azulejos mozárabes.

Iglesia de Santiago el Real
La iglesia de Santiago el Real constituye una de las paradas de los peregrinos. Fechado en el siglo XVI, es el templo más vinculado a la ciudad. En él se reunía el concejo municipal y se guardaba el archivo. La fachada, concebida a modo de arco del triunfo (siglo XVII), está decorada con dos esculturas del santo, uno con hábitos de peregrino y un Santiago Matamoros.

Junto a la iglesia encontramos la fuente de Santiago, también llamada «de los peregrinos», ya que aquí podían pararse a descansar y refrescarse. Esta fuente está en la plaza de Santiago donde también podemos ver un juego de la oca gigante que decora el suelo. Los motivos de las casillas, aparte de las ocas, son pueblos que hacen referencia al Camino de Santiago, pues esta plaza es una de las que cruza el Camino de Santiago al paso por Logroño. En los laterales hay unos dados enormes. Me parece muy curiosa para los niños.


La calle Laurel
Imprescindible, es impresionante salir de pinchos por esta calle, con un bar a cada paso, algunos con sus especialidades como el pincho de champiñones de El Ángel. Impresionante cómo trabajan las empleadas para poder atender a la demanda de pinchos.


La zona de pinchos se extiende a las calles de los alrededores como la calle San Agustín. Y también se puede ir de pinchos por la calle San Juan y sus perpendiculares.

También vimos la plaza del Espolón a pocos metros de la parte vieja de la ciudad, el ayuntamiento y su plaza (que fue proyectada por Moneo) y el puente de piedra sobre el río Ebro por donde llegaban los peregrinos a Logroño procedentes de Navarra.

Las visitas del tercer día las podéis encontrar aquí.
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